Solucionar averías motor de arranque
El
motor de arranque se encarga de suministrarle al automóvil la energía necesaria
para facilitar su puesta en marcha, por tanto, si el motor de arranque
es defectuoso o se encuentra averiado, lo más probable es que ni siquiera
consigamos arrancar el vehículo.
En
esta misma sección hemos aprendido cómo funciona este elemento y cómo
podemos realizar la limpieza o el mantenimiento del mismo. Una vez que
reconocemos los síntomas, vamos a analizar a qué posibles averías nos
enfrentamos comprobando las distintas partes del motor de arranque.
Antes
de comenzar a desmontar este elemento, es conveniente asegurarnos de que la
avería no se encuentra en el circuito de alimentación o en la batería, tal como
os enseñamos en “Qué es el motor de
arranque”.
Si
vamos a desmontar el motor de arranque para localizar la avería, pese a que
cada modelo puede ser diferente dependiendo del tipo de vehículo, debemos
conocer a grandes rasgos los elementos comunes que lo componen:
- Carcasas que hacen de soporte para el relé y permiten fijar el
motor de arranque en una caja de cambios.
- Corona dentada (bendix) que debe engranar con el volante de inercia
del motor para transmitir el movimiento. Hasta que no giramos la llave de
contacto, no es impulsada hacia delante por el relé para conectar.
- Rotor del motor eléctrico. Es el elemento que gira y entra en
contacto las escobillas.
- Estrator o parte fija que ha de romper los campos magnéticos
haciendo que se mueva el rotor.
- Plato de escobillas que unen con la corriente eléctrica.
- Electroimán solenoide.
Para
cerciorarnos de que la tensión que se suministra es suficiente,
basta con conectar un voltímetro al borne exterior del motor de arranque más
próximo al cable grueso (que es el de alimentación). Si el resultado está por
debajo de los 12v será necesario revisar los fusibles.
Repetiremos
la operación en el borne más próximo al cable fino (el que conecta con la llave
de contacto, teniéndola en posición de arranque) y el valor obtenido debe ser
similar al anterior (12v) además de generar un “clac” en el relé de
activación. Si no fuera así, es posible que el relé se halle en
mal estado y haya que desmontarlo para reemplazarlo por uno nuevo.
Si
no hay deterioro en el cableado, y la batería está cargada, el punto débil del
motor de arranque suelen ser el desgaste de las escobillas a
causa del rozamiento al que quedan expuestas, especialmente cuando el automóvil
supera los 150.000 km. Si es nuestro caso, bastaría con abrir el motor,
comprobar si están deterioradas y sustituirlas por unas nuevas.
Para
que el motor de arranque logre activar nuestro automóvil, debe girar como
mínimo a 400 rpm, sino le costará mucho arrancar o será imposible hacerlo. Por
tanto, si todo lo anterior estaba correcto, puede ser que sencillamente, se
haya acumulado suciedad en el rotor hasta pararlo e impedir su movimiento,
por lo que bastaría con abrirlo y limpiarlo cuidadosamente.
Como
última posibilidad, si el motor de arranque gira, pero no llega a transmitir
movimiento al motor de combustión, es probable que la corona esté
desgastada y no encaje con precisión con el volante de inercia.
Generalmente,
el proceso de detectar y sustituir el elemento concreto que causa la avería en
el motor de arranque resulta tan tedioso que se suele optar por
adquirir un motor de arranque completo para cambiarlo por el estropeado. La
ventaja de estos elementos es que pueden adquirirse de segunda mano en
desguace con todas las garantías y a precios muy razonables.
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